El botox es una neurotoxina
creada por una bacteria llamada Clostridium botulinum. También se puede
encontrar el botox Madrid bajo el nombre de
toxina botulínica. Alan Scount fue un hombre que utilizaba esta toxina en
pequeñas cantidades para tratar tics y pacientes bizcos. Una compañía lo ayudo a comercializar el producto como una
droga. En 1988 la compro y en 1989 la FDA le dio la aprobación. Fue en ese
momento cuando comenzó a conocerse como botox.
No tardaron en conocerse los
beneficios que producía este nuevo producto, porque como efecto secundario
tenía la capacidad de, además de arreglar el tic ocular