El botox es una neurotoxina
creada por una bacteria llamada Clostridium botulinum. También se puede
encontrar el botox Madrid bajo el nombre de
toxina botulínica. Alan Scount fue un hombre que utilizaba esta toxina en
pequeñas cantidades para tratar tics y pacientes bizcos. Una compañía lo ayudo a comercializar el producto como una
droga. En 1988 la compro y en 1989 la FDA le dio la aprobación. Fue en ese
momento cuando comenzó a conocerse como botox.
No tardaron en conocerse los
beneficios que producía este nuevo producto, porque como efecto secundario
tenía la capacidad de, además de arreglar el tic ocular o los problemas de visión,
también alisaba arrugas en aquellos lugares donde se inyectaba. En 2002 se
aprobó el botox Madrid como uso
cosmético. Con el paso del tiempo la
evolución de este producto científicamente ha conllevado una gran aceptación en
la sociedad. Pese a que comenzara a conocerse como una toxina, y esto no
gustase a la gente, su uso es bastante seguro y está comprobado en
publicaciones científicas
Este tratamiento actúa liberando
acetilcolina, también conocido como neurotransmisor químico, que estimula la
contracción del musculo. Por consecuencia impide que estos sean estimulados a
contraerse y lo relaja. Hay que recordar que no paraliza la actividad del
propio musculo.
A lo largo del tiempo la
aplicación del botox Madrid ha ido
avanzando. Surge mayor efecto cuando se aplica conforme a las necesidades de
cada paciente y de manera individualizada, ya que así consigues resultados más
naturales o menos según lo que cada uno quiera conseguir. En la actualidad el
uso más común de esta toxina es en las líneas de expresión. Pero es necesario
apuntar que hay diversas enfermedades en las que el uso de este producto
también se puede tratar.
<h1>Enfermedades que se tratan con botox Madrid</h1>
§ Sudoración
de las palmas de las manos y las axilas
§ Dolores
de cabeza y de espalda
§ Parkinson
§ Diabetes
§ Caída
del cabello
Se han descubierto cremas que
pueden ayudar a completar el tratamiento con la toxina botulínica pero no
penetra en los músculos y puede tardar más en hacer efecto, mientras que la
inyección del botox Madrid es directa.
Económicamente el uso de cremas utópicas es más caro ya que necesitarías aparte
de más producto y el número de aplicaciones que conlleva, más tiempo. La
inyección de esta toxina al ser directa es casi inmediata, en un intervalo de
24 horas haría efecto. Siempre surgirán dudas y mitos acerca de este
tratamiento, pero si así fuese y nos creyésemos todo lo que oímos, ¿Por qué
cada vez hay más gente toma la decisión de probarlo?
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